En una conmemoración del 87 Aniversario de la Expropiación Petrolera, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, declaró que la empresa se encuentra en un camino de recuperación y soberanía energética. Según Rodríguez, la nueva legislación implementada por el gobierno de Claudia Sheinbaum marca un hito para fortalecer a Pemex como un motor de desarrollo nacional.
El funcionario remarcó que cada barril de petróleo y cada gota de gasolina producida están dirigidos al bienestar de las familias mexicanas. Sin embargo, sus palabras contrastan con una realidad donde los desafíos persisten. En este contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado proyectos como la refinería Olmeca, que buscan alcanzar la autosuficiencia en productos petroleros.
A pesar de los esfuerzos, Rodríguez admitió que Pemex ha tenido que enfrentar la declinación natural de sus yacimientos. Sin embargo, sostuvo que se han hecho descubrimientos que suman aproximadamente 100 millones de barriles, lo cual sugiere un futuro prometedor, al menos en términos de recursos, aunque hay que ver cómo se traducen esos volúmenes en producción real.
Asimismo, destacó que el rendimiento del Sistema Nacional de Refinación se sitúa en el 60 por ciento, con un aumento en la producción de gasolina y diésel. Pero estas cifras, aunque positivas, no ocultan la crisis financiera que enfrenta Pemex, que persiste como un tema candente en las discusiones sobre energía nacional.
Rodríguez también se refirió a la estrecha colaboración entre Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como un paso hacia la consolidación del sistema energético mexicano. Sin embargo, la sombra del neoliberalismo sigue presente, ya que él mismo recordó cómo las políticas económicas de décadas pasadas debilitaron a Pemex.
En resumen, aunque Rodríguez Padilla sostiene que Pemex avanza hacia un futuro de soberanía y desarrollo, muchas interrogantes lo rodean. Durante su intervención, la dualidad entre orgullo patrio y la dura realidad del sector energético mexicano se hizo evidente, dejando claro que el camino por recorrer sigue siendo incierto.
