La Cámara de Diputados ha iniciado el debate sobre el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que permite al Gobierno sellar un acuerdo de refinanciamiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este movimiento se produce en un contexto de alta tensión, con protestas programadas en apoyo a los jubilados que se realizarán más tarde.
La sesión, que comenzó a las 10:24 con la asistencia de 130 legisladores, cuenta con la colaboración del oficialismo y sus aliados. El apoyo de Pro, la UCR, la Coalición Cívica, Innovación Federal y un grupo de representantes de Encuentro Federal es crucial para lograr la aprobación del DNU. A pesar de las diferencias, los bloques aliados buscan consolidar su posición y frenar cualquier intento del kirchnerismo para bloquear esta medida en el Senado.
Los libertarios, por su parte, están alineados en la búsqueda de validar el DNU y esperan que el respaldo de los bloques dialoguistas sea suficiente para asegurar su continuidad. Mientras tanto, desde el exterior del Congreso, las fuerzas opositoras y de izquierda han convocado a una movilización en defensa de los derechos de los jubilados, lo que añade un ingrediente de complejidad a la atmósfera en la que se está desarrollando la sesión.
Con el oficialismo buscando avanzar de manera rápida a través de esta sesión exprés, el futuro del DNU se vislumbra incierto, marcado por la polarización y las movilizaciones sociales que reflejan el descontento popular.
