El día de ayer, el diputado Álvaro Carter sorprendió al comunicar su decisión de abandonar la bancada de la Unión Demócrata Independiente (UDI) para unirse al Partido Republicano. Este movimiento se produce en un contexto donde las turbulencias políticas son cada vez más evidentes.
Desde su renuncia a la militancia en la UDI en 2020, Carter había mantenido su condición de independiente dentro de la bancada gremialista. Ahora, dará un paso más al integrarse a la bancada republicana, manteniendo su estatus como independiente. Este cambio fue notificado previamente al presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, sugiriendo que la decisión no fue tomada a la ligera.
La salida de Carter no es un hecho aislado, ya que se suma a la reciente deserción del diputado Cristián Labbé, quien también dejó la UDI para unirse al Partido Nacional Libertario (PNL) de Johannes Kaiser. Estos movimientos reflejan una reconfiguración del panorama político chileno, donde las bases de los partidos tradicionales están siendo desafiadas por nuevas propuestas y tendencias.
Esta tendencia de cambios en las bancadas puede ser señal de una búsqueda por mayor alineación ideológica en un clima donde la polarización y los desencuentros son cada vez más comunes. Se espera que estas decisiones generen repercusiones tanto dentro de sus antiguos partidos como en la opinión pública.