En una acción que demuestra la complejidad de la crisis social en la región, Carabineros junto al personal de la Municipalidad de San Bernardo llevaron a cabo el desalojo de un jardín infantil que había estado ocupado durante cinco años. El recinto, que había sido tomado por un supuesto pastor evangélico en 2019, había evolucionado de un espacio destinado a la educación infantil a un foco de inseguridad e insalubridad, llegando incluso a ser descrito como un verdadero basural.
A pesar de los múltiples llamados y advertencias por parte de las autoridades para que los ocupantes abandonaran el lugar, la resistencia fue notable. Uno de los habitantes afectados, quien afirma llevar cinco años viviendo en el recinto, expresó su tristeza por la pérdida de sus pertenencias y relató cómo el pastor, que antes brindó refugio, se había marchado sin previo aviso, dejándolos en una situación de desamparo.
La acción de las autoridades tiene como objetivo devolver el espacio para su función original, habilitando nuevamente el jardín infantil. Sin embargo, la situación pone de relieve las incertidumbres y los retos que enfrentan muchas personas en condiciones vulnerables en el país.