El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado la drástica decisión de expulsar al embajador de Sudáfrica en Washington, Ebrahim Rasool. Esta acción ha sido motivada por acusaciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien ha señalado que Rasool “odia al país y al presidente”. Así, la saga del diplomático sudafricano se termina con su clasificación como “persona non grata” por parte de la administración Trump.
La tensión entre Estados Unidos y Sudáfrica ha ido en aumento, especialmente tras el congelamiento de la ayuda estadounidense al país africano en febrero. Esta medida fue provocada por la controvertida legislación sudafricana que permitiría la confiscación de tierras a agricultores blancos, un tema que continúa polarizando a la sociedad sudafricana y que ha sido críticamente observado por Trump y su amigo, el multimillonario Elon Musk.
La cuestión de la propiedad de la tierra es un punto álgido en Sudáfrica, donde la gran mayoría de las tierras productivas siguen estando en manos de personas blancas. Esto ha llevado al gobierno sudafricano a considerar reformas en un intento por equilibrar la balanza de la injusticia histórica.
