El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha lanzado un fuerte pronunciamiento hacia Argentina, exigiendo una investigación rigurosa de los sucesos ocurridos durante la manifestación del 12 de marzo en Buenos Aires, que dejó 46 personas heridas, entre ellas el fotógrafo Pablo Grillo, que se encuentra en estado crítico.
Jan Jarab, representante del Alto Comisionado para América del Sur, subrayó que la violencia no puede justificar la represión indiscriminada hacia los manifestantes que, pacíficamente, ejercen su derecho a la reunión. El comisionado enfatizó que el uso de la fuerza debe ajustarse a los principios internacionales de legalidad, necesidad y proporcionalidad.
Las críticas de la ONU hacia el accionar policial no se hicieron esperar. Jarab denunció el uso indiscriminado de la fuerza por parte de las autoridades, resaltando que muchos de los manifestantes eran ancianos que sencillamente solicitaban sus derechos sociales relacionados con jubilaciones y salud.
En respuesta a estos hechos, el organismo internacional ha pedido a las autoridades argentinas que lleven a cabo una investigación exhaustiva y transparente que garantice la rendición de cuentas. A su vez, se destacó que las más de cien personas detenidas durante la manifestación fueron liberadas al no encontrarse evidencia de delitos.
La brutal represión del 12 de marzo es solo la última de una serie de incidentes, incluyendo el ataque a un jubilado de 75 años, hincha del Chacarita Juniors, quien sufrió severas lesiones y ejemplifica la violencia habitual que reciben los jubilados en sus protestas cada miércoles.
Con más de 120 detenidos y 46 heridos, esta represión se suma a un contexto de creciente tensión social donde muchos abuelos se ven obligados a manifestarse por pensiones que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.