La industria de la palta, conocida como el “oro verde” de América Latina, se ha convertido en un campo de batalla entre Chile y Perú en su búsqueda por liderar la producción y exportación de este fruto tan codiciado a nivel global. Con proyecciones que indican que Perú podría superar a Chile en volumen de producción para el 2030, la competencia se intensifica.
Actualmente, Perú se posiciona como el segundo mayor exportador mundial de palta y presenta un innegable crecimiento en su producción, mientras que Chile, sin dejar de ser relevante, mantiene su reputación gracias a un mercado interno sólido y a la calidad de su palta, produciendo alrededor de 200,000 toneladas anuales.
La demanda global de palta sigue en ascenso, llegando a mercados emergentes como Asia, lo que plantea retos adicionales para ambos competidores. Junto con Cuba, Colombia y Sudáfrica, estos países se perfilan como rivales en una carrera por satisfacer las necesidades de los consumidores satisfechos.
A medida que se acerca el 2030, la adaptación al cambio climático y el compromiso con la sostenibilidad se convierten en factores clave para definir el futuro de esta industria. Tanto Chile como Perú deben asegurarse de que sus prácticas agrícolas no solo sean efectivas, sino también responsables, para no solo competir entre ellos, sino también en el mercado global que cada vez espera más de los productores de palta.