Este viernes, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, volvió a poner en el ojo del huracán al Presidente Gabriel Boric al referirse a la “invitación” que el Ministerio Público extendió para que el mandatario declare por la polémica compra fallida de la casa de Salvador Allende. Desde el Palacio de La Moneda, Elizalde aseguró que “la voluntad del Gobierno es contribuir en todo lo que sea necesario”.
Las palabras del ministro no son menores, ya que reflejan un escenario incómodo para un presidente que aún está en la búsqueda de consolidar su figura en medio de cuestionamientos persistentes. Según Elizalde, Boric “siempre ha manifestado su disposición a colaborar en todas las investigaciones que se están desarrollando”, proferencias que parecen más un intento de acallar las críticas que una declaración clara de intenciones.
“Nos interesa que todas las investigaciones que se lleven a cabo en Chile sean exitosas”, afirmó Elizalde, subrayando la intención del Gobierno por involucrarse. Sin embargo, se hace evidente que esta voluntad puede interpretarse como un intento por desviar la atención de otros problemas más graves que podrían estar al acecho.
Respecto a la investigación penal, el ministro insistió en que “está en curso”, lo que deja a la opinión pública a la expectativa de los verdaderos resultados. La advertencia de no “sacar conclusiones anticipadas” podría ser interpretada como un intento por sembrar la duda sobre la credibilidad de la información que rodea este escándalo.