El fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, ha confirmado que la diputada Karol Cariola, del Partido Comunista, se encuentra en la mira de la justicia en el polémico caso Sierra Bella. La parlamentaria enfrenta serios cargos por tráfico de influencias y cohecho, tras revelaciones que apuntan a sus gestiones en favor de empresarios cercanos a la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler.
Según las investigaciones, se han encontrado indicios de estos delitos después de revisar una serie de mensajes que salieron a la luz la semana pasada. Cooper enfatizó que, aunque Cariola tiene calidad de imputada, ello no afecta su presunción de inocencia, una aclaración necesaria en un contexto donde las acusaciones podrían desencadenar un efecto dominó en su carrera política.
Durante una conferencia de prensa, el fiscal confirmó que se realizó una entrada y registro en el domicilio de Cariola, donde se incautaron su notebook y celular. “No podría ser de otra forma”, señaló, resaltando la gravedad de la situación. Además, Cooper confirmó que la Fiscalía ha solicitado información al Servicio Electoral sobre los aportes a las campañas parlamentarias de la diputada, uno de los cuales provendría de un empresario mencionado en la investigación.
A pesar de la crítica que ha recibido respecto al timing del allanamiento, que coincidió con el nacimiento de su hijo, el fiscal no dudó en afirmar que la diligencia era necesaria y se debería haber realizado, independientemente de la situación personal de la imputada.
La noticia ha causado un revuelo no solo en el ámbito político, sino también entre los ciudadanos que ven en estos hechos una nueva manifestación de la corrupción que ha plagado la política chilena. La defensa de Cariola y su partido seguramente buscarán contrarrestar estas acusaciones, que podrían manchar la imagen de un grupo que hasta ahora se ha presentado como motor de cambios y renovación en el país.
