En pleno gozo por el nacimiento de su primogénito, Borjita, la diputada Karol Cariola se encuentra en medio de una tormenta política. Mientras celebra su alta médica, debe enfrentar el allanamiento de su domicilio por presunto tráfico de influencias en el caso Sierra Bella.
Cariola, siempre comprometida con la transparencia, ha expresado su rechazo a estas medidas, calificándolas de excesivas. ¿Coincidencia que esto suceda justo ahora? La diputada asegura estar dispuesta a colaborar con la justicia y agradece el apoyo recibido, enfatizando su intención de defenderse con fuerza.
El allanamiento se basa en supuestas gestiones a favor de un ciudadano chino, halladas en el celular de la exalcaldesa Irací Hassler. Parece que la maternidad no es excusa para algunos cuando se trata de ajustar cuentas políticas.
