El sistema de pensiones chileno carga con una deuda histórica: seis reformas implementadas bajo gobiernos autoritarios, cifras que revelan brechas de género explosivas y una bomba de tiempo presupuestaria. Pablo Müller-Ferrés, académico de la U. Autónoma, desnuda las cifras: mientras los hombres enfrentan un déficit del 25% al jubilarse, las mujeres soportan un 100% de insuficiencia debido a menores cotizaciones y mayor esperanza de vida.
El reciente aumento del 6% en aportes individuales mitiga parcialmente el problema masculino, pero abandona a las mujeres a su suerte previsional. La OCDE y FMI proponen igualar la edad de jubilación, mientras la PGU -que ya consume el 6% del presupuesto- podría llegar al 20% en 2050. La solución pasa por reformas estructurales con enfoque de género y financiamiento progresivo, no por parches tecnocráticos. ¿Estará Chile a la altura de su crisis previsional?
