El silencio de Rodrigo Sepúlveda en la quinta noche del Festival de Viña encendió alarmas. Confirmado como coanimador de Karen Doggenweiler, su lugar lo ocupó Rafael Araneda sin explicaciones claras. ¿Problemas técnicos o decisión política?
Testigos lo vieron ‘disfrutando del show’ durante el apagón, pero hubo un detalle clave: al presentar al jurado, Sepúlveda fue el único pifiado. Mientras la producción habla de ‘reorganización’, sus propias palabras resuenan: ‘Yo me voy a adecuar a ella… Karen es la reina’. ¿Autocrítica o caída en desgracia?